En los últimos años, el aumento de la obesidad ha llevado a la búsqueda de intervenciones efectivas para reducir la grasa corporal. Uno de los métodos investigados es el uso de suplementos alimenticios como betaína/TMG, que han recibido atención debido a sus posibles beneficios. La betaína/TMG, una sustancia natural que se encuentra en alimentos como espinacas, mariscos y granos enteros, ha sido estudiada por su papel en la reducción de la grasa corporal. Sin embargo, los resultados de los estudios en humanos son inconsistentes, lo que llevó a los investigadores a examinar más a fondo la efectividad a través de revisiones sistemáticas y metaanálisis.
La investigación
Una revisión sistemática y un meta-análisis recientes tuvieron como objetivo evaluar los efectos de la suplementación con betaína en la obesidad y la composición corporal en humanos. El estudio recopiló datos de varios ensayos controlados aleatorios (ECA) y se centró en indicadores importantes relacionados con la obesidad, como la grasa corporal, el porcentaje de grasa, el peso corporal y el índice de masa corporal (IMC).
La revisión incluyó seis estudios con un total de 195 participantes. El análisis mostró que la suplementación con betaína redujo significativamente la grasa corporal total en un promedio de 2,53 kg y el porcentaje de grasa en un 2,44%. Estos hallazgos sugieren que la betaína puede ser un suplemento útil para reducir la grasa corporal. Sin embargo, no se observaron cambios significativos en el peso corporal o el IMC, lo que indica que la betaína podría ayudar a reducir la grasa sin necesariamente conducir a una pérdida de peso.
¿Por qué betaína/TMG?
La betaína es un subproducto de la refinación de la remolacha azucarera y también se encuentra en alimentos como las espinacas, los granos enteros y los mariscos. Desempeña un papel en la función hepática y el metabolismo de las grasas, y ayuda en la transmetilación de la homocisteína, un proceso importante para la salud cardiovascular. En animales, se ha demostrado que la betaína reduce significativamente la acumulación de grasa, y también se utiliza en la alimentación del ganado para reducir el porcentaje de grasa en las canales.
Sin embargo, los estudios en humanos han arrojado resultados menos concluyentes. La variabilidad en los resultados puede deberse a diferencias en los métodos de estudio, la cantidad de betaína administrada y las características de los participantes.
¿Qué nos dice la investigación?
Este metaanálisis ofrece pruebas alentadoras de que la betaína/TMG puede ayudar a reducir la grasa corporal en las personas. Aunque no necesariamente conduce a la pérdida de peso o a una disminución del IMC, su capacidad para reducir la grasa lo convierte en un suplemento interesante para quienes desean mejorar su composición corporal. Sin embargo, los autores enfatizan que se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos detrás de los efectos de la betaína y para desarrollar directrices consistentes para su uso en la reducción de la grasa corporal.
Conclusión
Dado que la obesidad representa un desafío creciente para la salud a nivel mundial, encontrar soluciones efectivas sigue siendo una prioridad. La betaína, una sustancia natural presente en los alimentos cotidianos, muestra potencial para reducir la grasa corporal. Aunque no es una cura milagrosa contra la obesidad, puede ser un complemento útil en la lucha contra el almacenamiento excesivo de grasa, especialmente en combinación con otras intervenciones como la dieta y el ejercicio. Se espera que futuros estudios confirmen el papel de la betaína en la salud humana y el control del peso.
Punto principal: La suplementación con betaína puede ser una forma efectiva de reducir la grasa corporal, pero se necesita más investigación para comprender su potencial completo.
Fuente: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6835719/